25 de Noviembre de 2019
La primera jornada del congreso Euskal Hiria 2019 ha servido de foro para la presentación oficial de la Agenda Urbana–Bultzatu 2050, que consolida a Euskadi en la cabeza de la planificación territorial y de las políticas sostenibles. Un ambicioso documento elaborado a partir de la Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas y desarrollando los Objetivos de Desarrollo Sostenible para “lograr que las ciudades sean lugares inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, donde nadie ni ningún lugar se quede atrás”. Para ello, se ha fijado tareas concretas: 8 prioridades estratégicas que se articulan en 31 ejes de intervención y 105 líneas de actuación.
Hoy y mañana, el congreso organizado por el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco en colaboración con ONU-Habitat, reúne en el Palacio Kursaal de San Sebastián a más de 200 asistentes que ya han comenzado a debatir cuestiones como el desarrollo sostenible, la ciudad socialmente integrada y los elementos para su implementación efectiva.
Iñaki Arriola, consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, ha arrancado esta edición del congreso destacando que “la Agenda Urbana de Euskadi se ha elaborado tras un amplio proceso participativo”, en el que han tomado parte instituciones públicas y personas expertas procedentes de ONU-Hábitat, del mundo académico, de centros de excelencia tecnológica y de investigación, entre otros. El resultado es “un documento que recoge cómo queremos que sea Euskadi en el horizonte ya próximo de 2050, desarrollado en un conjunto coherente de acciones para promover unas ciudades más inteligentes, más verdes y más integradoras”, ha continuado.
Arriola ha defendido la nueva Agenda Urbana como un instrumento para “afrontar los desafíos del cambio climático; la posibilidad de un otoño demográfico, o la adaptación inteligente a la revolución tecnológica, con un espíritu de integración social y la equidad”. Además, en su intervención el consejero ha apuntado a “la necesidad de trasladar el contenido y el espíritu de la Agenda Urbana a las políticas concretas que desarrollan las instituciones, especialmente las municipales”.
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